Lograr que una política pública logró exitosa dependiendo de múltiples factores. Uno de los principales es sin lugar a dudas el conocimiento detallado de la problemática, pues para resolver un problema, no es suficiente saber que éste existe, sino que se requiere una comprensión mucho más profunda de las lógicas, contextos y relaciones en las cual el problema se construye y se transforma.

Para atender las problemáticas públicas cómo de manera eficiente, articulada y asertiva, el Estado necesita entender a profundidad en qué consiste el problema, por qué existe, se manifiesta en los diferentes ámbitos de la vida social, y / o bajo qué condiciones éste permanece, se incrementa o se mitiga. Para el caso especial de esta política pública de mujeres resulta esencial además comprender cómo se sienten y expresan estas problemáticas, esto es, identificar y reconocer las múltiples dificultades y barreras que experimentan las mujeres cotidianas para lograr efectivamente sus derechos humanos impactan sus vidas y sus cuerpos .

Para avanzar en el conocimiento detallado de un diagnóstico que le permita al Estado comprender integralmente la problemática, como paso esencial para poder diseñar estrategias dirigidas a eliminarla, se avanzó durante el año 2019 en la celebración de un contrato interadministrativo con la Universidad del Cauca, a partir del cual se buscó construir un diagnóstico que no sólo tuviese solidez técnica, sino que resultase cercano a las mujeres y respetuoso de sus realidades. 

Descarga la Cartilla de la Política Pública en el siguiente enlace: https://bit.ly/2TOOtsX

Descarga el Proyecto de Acuerdo  Número 35 del 2020: https://bit.ly/3f6XtS6

Con el objetivo de potenciar la participación de las mujeres en las diferentes comunas del municipio y generar mayores oportunidades para que sus voces y reflexiones sean incluidas en el proceso de actualización de la política pública se diseñaron espacios orientados a fortalecer el encuentro, el diálogo y la construcción de propuestas a partir de las cuales resultaron los insumos esenciales para comprender con mayor empatía las problemáticas que las mujeres enfrentan en su cotidianidad, así como las oportunidades de transformación de las múltiples realidades personales, familiares, comunitarias y territoriales en las que se desenvuelven sus vidas.

Los espacios participativos fueron denominados Juntas Construimos, y su base metodológica comprendía un circuito metodológico lúdico no extenso, en el cual se ofrecía la posibilidad a las mujeres de decidir autónomamente si querían transitar por todas las estaciones, o participar exclusivamente de algunas de ellas. En estos espacios, las mujeres participaron y aportaron con sus propuestas de manera dinámica, compartiendo al mismo tiempo una oportunidad de esparcimiento que no requería demasiado tiempo de sus jornadas cotidianas.

El circuito estuvo compuesto por cinco estaciones diseñadas por el equipo coordinador de la revisión y ajuste de la política pública, sobre la base de la metodología de Investigación Acción Participante. En cada estación (stand) se buscó recolectar detalladamente las propuestas de las mujeres con relación a los lineamientos de: Salud integral y derechos sexuales y reproductivos; eliminación de Violencias Basadas en Género; Participación Política; Autonomía económica; Educación; Paz; Medio Ambiente y Cambio Climático.